Al crecer y hasta ahora, la lectura ha sido mi principal forma de consuelo.

Me parece muy calmante y tranquilizador, y quise creer que podía ser mi forma de meditar.

Pero es importante comprender por qué la lectura no puede considerarse una forma de meditación.

Hablemos de 10 razones por las que la lectura no puede hacerlo.

1) No es posible alcanzar el mismo nivel de paz

La paz que se consigue con la meditación es diferente de la que se consigue con la lectura.

La paz que se obtiene de la meditación es más profunda y satisfactoria.

Te sientes realmente relajado y a gusto.

Pero no se puede decir lo mismo de la lectura.

No tiene la cualidad de relajación profunda y serenidad necesaria para alcanzar un cierto nivel de paz, que podemos considerar nuestro objetivo final en la meditación.

Cuando estamos leyendo, podemos estar tan inmersos en la historia que podemos olvidar dónde estamos y quiénes somos hasta el punto de dejarnos llevar por los sentimientos de los personajes y los acontecimientos del libro.

Es posible que nos emocionemos mucho cuando leemos algo, especialmente con las novelas, así que hay algunas posibilidades de que puedas alcanzar la paz mientras lees.

2) Implica expectación y necesidad de ser agasajado.

La lectura, sobre todo de libros de ficción, implica expectación. Esperamos que las próximas palabras del autor sean lo que queremos que sean; si no, podemos sentirnos decepcionados o frustrados.

En mi caso, cuando leo un libro, siempre tengo la expectativa de lo que va a ocurrir a continuación; por eso tiendo a leer tantos libros a la vez, ya que sé que nunca podré quedar satisfecha con el final de un solo libro.

Pero esto también ocurre con las películas y los programas de televisión. Estamos allí para entretenernos con lo que los autores o directores han preparado para nosotros.

No queremos aburrirnos, así que queremos algo que nos mantenga interesados.

Como resultado, nuestra mente no es capaz de alcanzar la paz, ya que se siente como si estuviera siendo manipulada para experimentar algo que no queremos experimentar.

3) No es una forma de autodescubrimiento

Aquí tienes una comparación:

La meditación puede considerarse un ejercicio de crecimiento y desarrollo personal.

Leer es adquirir conocimientos sobre cosas de las que no se sabe nada.

Si estás leyendo para aprender más sobre el mundo que nos rodea, no es una forma completa de meditación, ya que hay muchas otras cosas que podemos hacer para aprender más sobre el mundo fuera de nuestra burbuja.

Mientras leemos, nuestra mente sólo puede concentrarse en el libro que estamos leyendo en ese momento.

Por ejemplo, imagínese en otro mundo, en la situación de otro personaje... puede haber muchas formas atractivas de utilizar nuestra mente con eficacia y llevarla al siguiente nivel.

Pero todo esto se puede conseguir meditando, conociéndote a ti mismo mejor de lo que conoces a tus personajes o los sucesos de un libro.

Leer un libro es otro descubrimiento, pero sigue siendo un tipo de descubrimiento distinto del que se consigue durante la meditación.

4) No puedes controlar tu mente cuando lees

Cuando leemos, nuestra mente divaga y sigue lo que el libro nos dice que hagamos.

Vemos los acontecimientos que suceden en el libro, lo que hace que los relacionemos con situaciones de la vida real. Estamos atrapados por lo que ocurre en el libro y no sabemos cómo salir de la situación.

Pero en la meditación queremos conseguir todo lo contrario: controlar nuestra mente para que se aquiete lo suficiente como para no pensar en nada más que en nosotros y en nuestros propios pensamientos.

Necesitamos dominar nuestros propios pensamientos para alcanzar el nivel de serenidad y paz que deseamos.

La atención plena no es fácil de conseguir.

Practicar con regularidad requiere mucho esfuerzo y disciplina.

Mientras lees, no puedes controlar tus pensamientos. Tu mente divaga por todas partes mientras te entretienes con lo que ocurre en el libro, como me ocurre a mí cada vez que abro un libro.

5) Es fácil de coger y volver a dejar, no es fácil desarrollar un hábito.

Leer es fácil. En realidad no se necesitan demasiados preparativos ni esfuerzo: basta con coger el libro o el lector electrónico, abrirlo en cualquier sitio y leer.

Especialmente si estás leyendo algo en línea, podrías leerlo en cualquier lugar y en cualquier momento que desees. Pero, cuando se trata de meditación, tienes que tener cierta motivación y dedicación para alcanzar el nivel de paz que deseas.

Requiere tiempo y práctica. No es algo que se pueda coger y volver a dejar. Requiere cierta constancia en la práctica para que sea eficaz.

Como ya sabrás sobre la meditación, hay muchas cosas que van bien juntas para lograr tu objetivo, como encontrar la postura correcta, crear un buen entorno, concentrarte en la respiración y calmar la mente.

Es demasiado para hacerlo solo, pero créeme, cuando lo consigas, sentirás un cierto nivel de satisfacción incomparable con nada en este mundo.

Con la meditación, hay que juntarlo todo, y nada funciona si no se combina todo en uno.

6) No es lo mismo para todos

La lectura puede considerarse una actividad "individual", porque podemos leer lo que queramos y nos guste.

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No tenemos que tener ninguna formación formal ni ningún tipo de certificación, por lo que no tenemos que preocuparnos de que algo vaya mal con nuestra capacidad de lectura.

Pero esto no puede decirse de la meditación.

La meditación ha sido específicamente practicada y dominada por personas altamente capacitadas en la materia. Estas personas pueden ser gurús o monjes que han estudiado la meditación durante muchos años, con el fin de dar la orientación adecuada que conduzca al mejor resultado.

No podemos dedicarnos a la meditación por capricho; requiere mucha comprensión sobre cómo podemos alcanzar un nivel de perspectiva y satisfacción a través de nuestra mente y nuestro cuerpo.

7) Uno tiene algunas limitaciones, pero el otro no

Cuando leemos libros, existen algunas limitaciones a lo que queremos conseguir con la lectura. Si queremos más conocimientos, siempre podemos ir a la biblioteca o a las librerías. También podemos comprar libros por Internet y descargarlos en nuestro lector electrónico.

Pero con la meditación, no hay límites en lo que puedes conseguir. Si quieres alcanzar un nivel de paz, tu mente tiene que cambiar, y este cambio sólo puede producirse a través de la meditación.

Las palabras no pueden darte algo que tu cuerpo no podría darte.

Con la meditación, podrás lograr tantas cosas que deseas, y nunca podrás alcanzar estos niveles de autodescubrimiento e iluminación si te limitas a leer un libro.

Leer puede ayudarte a desarrollar tu vocabulario y ampliar tus conocimientos, pero no cambiará tu forma de pensar.

Aunque me encanta leer y la lectura es una de mis cosas favoritas en el mundo, es igual de importante que también hagamos meditación.

Para que la meditación sea eficaz, se requiere una práctica constante, razón por la cual se la conoce como un ejercicio de desarrollo personal.

8) Puedes concentrarte, pero no relajarte

Cuando leemos un libro, hay un nivel de atención que debemos alcanzar para poder concentrarnos en lo que ocurre en él.

Requiere una especie de conexión entre nuestros ojos y nuestra mente, para que las palabras del libro puedan convertirse en conocimiento y comprensión.

Leer es esencialmente transferir información del libro a nosotros, para que se almacene en forma de recuerdos en nuestro cerebro, de ahí que seamos capaces de pensar en ello más tarde. Por eso la lectura se considera una forma de "entrenamiento de la memoria".

Se supone que la meditación es una forma de "pensamiento automático", de dejar la mente libre y relajada.

Pero cuando tu mente está más centrada, tu nivel de concentración también aumenta.

Sin embargo, la relajación que se puede conseguir tras la meditación es diferente de la que se sentiría tras una sesión de lectura.

La mente se agudiza tras la meditación, para poder pensar analíticamente en las situaciones de la vida.

9) Uno lo puede hacer todo el mundo, el otro no demasiados

Todo el mundo puede leer y entender lo que hay dentro del libro, independientemente del tipo de libros que tenga. La gente que ni siquiera ha ido a la escuela puede entender al menos lo básico de la lectura porque se enseña en la escuela desde hace mucho tiempo.

Pero esto no puede decirse de la meditación.

Si se pregunta a la gente si ha probado a meditar antes, muchos responderán negativamente, porque piensan que es una actividad aburrida que sólo hacen los gurús o los monjes.

La meditación se ha considerado una especie de "actividad religiosa" porque la gente piensa que para meditar hay que ser creyente.

Pero esto no es cierto en absoluto.

La meditación puede utilizarse en la vida de todo el mundo: no importa si eres religioso o no; si tienes tu propia religión o sigues otras; si vives en una comunidad o en la ciudad.

El único requisito que tienes que tener es el deseo de cambiar algo en tu vida para poder aprender y aplicar las lecciones que te da la meditación.

Es cierto, lee un libro y te sentirás bien; medita y te sentirás mejor.

10) No se alcanzan los mismos conocimientos

Cuando leemos un libro, estamos leyendo los conocimientos y la sabiduría de otras personas, de quienes ya han experimentado lo que escriben en sus libros.

El conocimiento discursivo es la información que obtenemos de los libros. Cuando leemos, nos limitamos a leer las palabras, sin siquiera leer los significados que hay detrás de ellas. Nos limitamos a leer lo que nos ponen delante sin entender lo que realmente está escrito en ese trozo de papel.

Esta forma de conocer las cosas se denomina "teoría", es decir, el conocimiento que obtenemos a partir de teorías y pensamientos.

Hay otro tipo de conocimiento: el conocimiento intuitivo. Este tipo de conocimiento es el que obtenemos haciendo algo nosotros mismos, no leyendo nada.

Se puede alcanzar el conocimiento intuitivo a través de la experiencia personal. Así es como Buda descubrió la naturaleza de la existencia, y como la Madre Teresa descubrió la verdad sobre la Naturaleza Humana.

La meditación es un ejercicio de desarrollo personal que nos ayuda a descubrir este conocimiento a través de nuestras experiencias vitales. Sólo podemos descubrir las cosas aquí y ahora, a través de nuestras experiencias reales y de nosotros mismos.

Cuando meditamos, nuestras mentes y experiencias se transforman en las de la sabiduría y el conocimiento. El aprendizaje deliberado ocurre cuando lees libros sobre meditación, pero el conocimiento deliberado ocurre a través de tus acciones y experiencia.

Palabras finales

La lectura es un hábito que tiene la mayoría de la gente -yo incluido-. Pero cuando se trata de desarrollarnos, tenemos que añadir también la meditación.

No se trata de uno u otro, sino de ambos. La lectura te ayudará a desarrollar conocimientos y habilidades, mientras que la meditación desarrolla la sabiduría y el carácter.

En mi opinión, se trata de dos cosas muy distintas, y sólo podemos conseguir ambas a través de nuestros propios métodos de lectura y meditación.

No te limites a un nivel determinado en el que puedas rendir.

Ten siempre presente que todo lo que seas capaz de hacer, eso es lo que podrás conseguir.

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